Princesa por horas... (afortunadamente)

 

Jajaja, esto es lo que pensó mi hija cuando la tocó interpretar este papel en una obra de teatro.

 
 

 

 

Y es que parece mentira, que algún día puedan llegar a evitar esa palabra, cuando nuestras dulces niñas tienen 2, 3, 4, 5, 6 años e incluso alguno más, el color rosa inunda sus dormitorios, las faldas y los vestidos abundan en el armario, los zapatos con tacón por favor, las varitas bien brillantes...

 

Y las princesas ¡ay las princesas! "yo de mayor quiero ser princesa" llamarme Blancanieves, Bella, Cenicienta, Elsa, Merida, Rapunzel... la que sea pero llamarme PRINCESA.

 

No os engañéis nooo, tampoco desesperéis, siempre, siempre... pasa el tiempo continúan cumpliendo años y entonces todo da un giro de 180 grados...

 

Allá cerca de los 10 años por ejemplo a nuestras niñas no solamente dejan de atraerlas estos seres, sino también sienten un deseo irrefrenable de deshacerse de todo lo que se las asemeje o las recuerde a ese mundo.

 

Los objetos de alrededor dejan de ser rosas para dar paso a todo tipo de colores, todo tipo es todo tipo, se incluye el negro, el rojo, el gris y como no todos los colores vivos.

 

En el armario subsiste perdida entre la multitud una falda, un vestido quizás... alrededor todo son leggins, vaqueros, sudaderas, camisetas y tops.

 

Los zapatos se convierten en un objeto del siglo pasado, abundan las zapatillas deportivas, las botas, las "all star" y similares...

 

 

Este es el momento en el que por aquí nos encontramos, por ello cuando a mi hija la toco interpretar a una princesa propuso ser una princesa moderna, ejem... con pantalón corto y botas!!!

 

Por mucho que interpretará una princesa rebelde la respuesta fue

NOOO

 

 

 

Entre otras cosas la asustaba por tener que embutirse en uno de esos disfraces que asoman en el cajón, se alegró por el hecho de que la naturaleza la ha otorgado los suficientes cms como para que estos la quedaran por la rodilla. Igualmente por fortuna la princesa que debía interpretar era medieval y el último kit completo que entró en esta casa fue de Rapunzel, Mérida (que si está basada en una princesa medieval) llegaba ya un poco justa de tiempo e hizo por aquí la visita del médico, jajaja...

 

Buscando alternativas para adecuar el vestuario al papel, optamos por probar con un vestido de noche mío, una especie de gasa, color granate, con bajo asimétrico. Peeero no gustó a la organización...

 

Justo la mañana anterior a la obra, me vino a la cabeza este vestido que tenía pineado hace ya algún tiempo. Sabía que el aire desenfadado e inspirado en película de aventuras sería todo un acierto y se encontraría dentro de sus deseos. Fue por ello que ese mismo día según salieron del cole nos marchamos corriendo a comprar 2 metros y medio de rasete color gris, dos metros de cadena y otros dos de cinta color plata (tanto la cinta simula pasamaneria como la cadena las adquirimos en un bazar)

 

 

 

Así lo mostré en mi instagram, tenía los materiales, toda una tarde por delante y una idea clara.

 

 

Sin mirar demasiado el reloj, seguí cada uno de los pasos, añadí al cuello la cinta...

 

 

 

 

La que nos sobrara la utilizaríamos más tarde para anudar alrededor de la frente.

 

La cadena tenía igualmente doble función.

 

Dos pequeños trozos para unir el delantero y trasero de las mangas.

 

 

 

 

Y el trozo mayor para anudar en la cintura...

 

 

 

 

 

Para que no resbalará le di unas puntadas a los eslabones uniéndolos a la tela, 10 cms mas o menos, solo al principio y al final, así podríamos utilizar la costura como ojal para reintroducir el otro extremo.

 

Así es como finalmente mi cada vez menos princesa reinterpreto feliz su papel, solo la faltó el arco y las flechas aunque ella bien se lo imaginó.

 

 

 

 

Enlazo a menuda inspiración #10

Buena semana!!

 


 

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